viernes, 11 de octubre de 2013

¿CUÁLES HAN SIDO LAS INFLUENCIAS MÁS IMPORTANTES Y LOS MOMENTOS CLAVES DE TU VIDA?



Momentos claves... conocer a Sonia, que fue el primer amor... o tal vez sea la primera vez que besé con lengua y toqué un coño cuando tenía 6 años. Fue con mi vecina Carmen, que era un poco gordita y olía a algo dulce, como a chicle de fresa. Con 6 años me enseñó casi todo lo que sé. Ella veía películas guarras y luego me decía haz esto y haz lo otro, mete la mano por dentro, besémonos con lengua, yo hacía lo que me decía, seguía las instrucciones, metía la mano dentro, escupía el chicle, sacaba la lengua y la movía. Me gustaba mucho mi vecina, pero si un niño decía que éramos novios, me liaba a puñetazos y decía que no, aunque en realidad era que sí, yo deseaba que fuera mi novia, y casarme pronto y tener hijos y 2 perros, y un ordenador siempre encendido en la mesita de noche, y máquinas recreativas en el salón, me imaginaba mi casa como un salón recreativo y se lo decía a Francisco Coronado, tendría máquinas recreativas, y seguiría jugando con mis coches, y guardaría mis cromos y se los enseñaría a mis hijos, pero me preocupaba la luz, la factura de la luz, y que saltaran los plomos, con tanto aparato eléctrico encendido podrían saltar los plomos enseguida, habría que buscar una solución, ¿por qué nadie se preocupaba por eso? 

Un día mi madre entró en mi habitación y me sorprendió besándome con la vecina, abrió la puerta sin llamar, o tal vez la puerta estaba abierta y ella estaba en la cocina haciendo algo, pelando algo, esmotando, friendo, sazonando, vino y entró de pronto y nos sorprendió, menudo susto, aunque quien se sorprendió de verdad fue ella, la pobre, católica, apostólica y romana, ver a su hijito de 6 años metiéndole la lengua a una niña un poco gorda y tocándole las bragas. No sé si se santiguó pero vino corriendo a sentarse con nosotros y explicarnos que lo que hacíamos estaba mal, que nos podíamos pegar enfermedades y el niño Jesús nos vigilaba desde el cielo y se enfadaba. 

A mí lo de las enfermedades a esa edad no me importaba, yo estaba sano y corría más que los coches, pero el niño Jesús me infundía respeto, era el hijo de Dios, y yo rezaba a Dios todas las noches y le pedía que me dejara vivir muchos años hasta morir de viejo. 

Morir de viejo, en eso pensaba yo con 6 años. 

En eso, y en las bragas de mi vecina Carmen.

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