lunes, 6 de mayo de 2013

el 25% que me falta


¿Qué necesitas? no necesito nada material, salvo lo que ya tengo. Necesito lo que ya tengo para poder dejarlo a un lado, para hacer una maleta pequeña y no volver. Quiero irme para dejar las cosas fuera. Los muebles que son míos porque tengo las facturas, los  muebles que compré, los muebles que pagué después de ahorrar y tener turno partido, los muebles que son míos para sentarme o tumbarme o dejar un plato aquí, los muebles para poder preocuparme de todo con mayor comodidad y orden, con los libros en las estanterías y las estanterías contra la pared. 

¿Qué necesito que no tengo para sentirme afortunado? Me siento afortunado en un 75%, el 25% que me falta es lo que me quema y me siento a teclear porque es lo que me quema. Estar donde uno dede estar, hacer lo que uno debe hacer. La pasión de comunicar, la pasión de amar y ser amado. 

Amar y ser amado como expresión es una puta mariconada. 

Lo que me falta es aceptar ese 25% de mí mismo que no acepto, aceptarlo, hacerlo mío, devolvérmelo, mirar hacia eso que pasará mañana con ilusión y calma, no sentir que la vida se va sin enterarme, que se va sin morder, sin rasgar, que se va intacta envuelta en su plástico, así, tal y como la compré, como los muebles, no comamos mucha carne, no bebamos mucha leche, no fumemos tanto, no nos pasemos de listos. Cualquier día nos hacen un escáner porque nos duele algo y tenemos que buscar en la wikipedia eso que dicen que tenemos y que también tiene el otro 10% de la población. 

Que moriremos pronto. 

El caso es que moriremos pronto todos. Nos quedan ¿qué? 30, 40 años, llevamos ya 30 ó 40 años aquí y míranos, mira qué pintas, no aproveché al 100% mis músculos por miedo, no trabajé más mi resistencia, mis impulsos anaeróbicos, mis intuiciones, me dediqué a mirar fuera de mí y ver que era bueno, me dediqué a esa carne y esa carne, me dediqué comer y huir por si las moscas. 

Lo que me falta es penetrar y vivir dentro. 

1 comentario:

isabel bono dijo...

no crearnos necesidades
cuidar de lo que ya tenemos

vivir con elegancia, serenamente
con naturalidad

no entiendo otra manera
de vivir

ahora tú