jueves, 20 de diciembre de 2012

antes de irme de este mundo


Antes de irme de este mundo y antes de beberme este litro de cerveza Xibeca quiero decir que he estado aquí, que he vivido, que he vivido, lo confieso, y que acabo de llorar con una peli, y que si mañana no amanezco, quiero decir que hoy siento que la vida es esta vida, que la vida es poder decir que soy feliz, sin pastillas, salvo los antistamínicos, sin pomadas, salvo la crema de manos y unos corticoides, puedo decir que después de 35 años he sido un hombre imperfecto y feliz que se equivoca y ama y ama sin saber amar y ama sin saber que se equivoca cuando ama sin saber o sin tener en cuenta la necesidad del otro y ama con el miedo de la complicación y el miedo del dolor si no le llaman o le dicen de quedar para cenar y luego no. Esta noche antes de que se acabe el mundo me gustaría dejar claro que puedo morirme ya y ser consciente de no haber aprovechado al 100% cada momento, cada gota de jugo de esta vida exprimible, pero aun así me siento, hoy, completo, pleno, con esta sudadera verde de H&M y este calor del radiador y este futuro incierto que aun así puede llegar si no se acaba el mundo, todas las cosas por hacer, la ropa por lavar, los calcetines limpios que ponerte, el queso, el vino, el asma, el abrazo de la madre, el arañazo de la gata, la risa, la cerveza, la carcajada, el recuerdo infantil de aquel padre omnipotente, lo que está siempre por llegar, la luz, el olor a café, poner primero un pié y luego el otro. Sé que no he sido el mejor de los hombres, no he sido el más inteligente, no he sido el más guapo. No he sido más nada que nadie, pero hoy, ahora, sé que he sido, y haber sido consciente de mi ser y estar aquí para contarlo, me hace creer que no hace falta nada más, no hay que tener, con ser, es suficiente. Gracias a los que os habéis acercado a mí de un modo u otro, gracias a los que habéis querido tocarme, gracias a los que habéis querido entenderme, gracias, de verdad, a los que al mirarme han visto una persona digna de ser querida, digna de llamar para hacer algo, digna de abrazar, digna de ser, de un modo u otro, perdonado. 

Lo siento mucho. 
Hasta mañana. 

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