Jugar al baloncesto con mi sobrino, y ganarle a él y a todos sus coleguillas. ¿Y tú en qué equipo jugabas? ¿llegas a machacar? y yo, bueno, cuando tenía vuestra edad, ay, si yo os contara, pero ya no, ya no, ahora no estoy en forma. Ya, claro, así cualquiera. Éramos 2 contra 3. Fue demasiado fácil.
Jugar al baloncesto implica sudar la camiseta, dolor de cabeza, ibuprofeno, tomar una cerveza después del partio y una ducha cojonuda. El jabón te deja nuevo. La higiene te da fuerzas, huele bien, el agua nos permite vestirnos de domingo cada día.
Los calzoncillos limpios.
Leer a Vargas Llosa.
No me gusta ir a dormir cuando estoy en los últimos días de vacaciones. Qué jodidamente corta que es la vida.
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