domingo, 17 de marzo de 2013

SEARCHING FOR RUBBISH MAN

Una vez vendas, regales o tires todo lo que te sobra, empezarás a respirar y a andar más rápido, podrás ir de aquí a allí sin tener miedo, aprenderás inglés casi sin darte cuenta, no habrá espacios en blanco entre el mundo y tú, podrás adaptarte a cualquier color, hueco, metro cuadrado, pintura de pared, basta con que te concentres en lo que necesitas de verdad, un inhalador, un tubo de pomada, un cepillo de dientes, un poco de solución jabonosa de venta en farmacias.

Sabes que no es fácil tirar cosas, te preguntas si en algún momento las necesitarás, las cosas, el plástico, el metal, las cosas, quizás dentro de un tiempo te preguntes qué fue de ellas, dónde las metiste, por qué las tiraste, en qué narices estabas pensando.

Deja pasar un año, si guardas algo que durante un año no has necesitado, lo único que hace es estorbar, hazte un favor, tíralo a tomar por culo, kilos de ropa, muebles, papeles, libros, calzado, fotografías, medicinas, los pendientes de tu exnovia, un móvil viejo. 

Pasarás por una crisis, adelgazarás, comerás fruta, beberás más agua para quitarte el hambre, irás una noche a urgencias pensando que tienes cáncer de piel, irás luego al dermatólogo, pedirás consejo, pedirás cita con el psiquiatra, con el psicólogo, te plantearás dejar de tomar lácteos, dibujarás hexágonos en una pizarra, evaluarás cada palabra del 1 al 10, unirás los puntos, leerás manuales de autoayuda, empezarás a creer, aprenderás algo sobre terapia cognitiva, querrás estudiar coaching para darle sentido, querrás hacer locuras, vivir más, salir más, emborracharte más, te mudarás de casa para ahorrar 250 € al mes. 

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