domingo, 10 de abril de 2011

gafas de pasta

Un grano, una mota de polvo, una cuchara.
Mi ojo izquierdo no enfoca la realidad,
confunde los letreros, llora, se cierra y abre solo.
Todo lo ve borroso, todo lo ve gris.

No le interesa nada que no esté al alcance de mi mano.

El que pasa por la otra acera ya no es nadie,
cuando voy al supermercado nunca sé a qué pasillo ir,
confundo las ofertas, no ahorro nada,
veo circulitos y líneas
y siempre acabo comprando la mantequilla que no es.

El oftalmólogo me hace pruebas,
analiza lo profundo de mi ojo con sus ojos de metal,
dime qué ves, dime qué ves,
y yo veo y digo












es usted miope, dice,
póngase gafas.

Y entonces mi ojo izquierdo se ilumina.

1 comentario:

siroco-encuentrosyamistad dijo...

Como el falso espejo de Magritte, tu ojo izquierdo es transgresor de la realidad, inquietante ojo izquierdo.

Buen poema Danilo

Enhorabuena