Esto fue ayer. 2 franceses jóvenes vestidos como jóvenes franceses desayunan café solo y patatas bravas, yo estoy sentado al lado, a un metro, desayunando también, pero he preferido tomar café con leche y cruasán, llamadme loco. Es una cafetería que hay cerca de casa, bueno, no es una cafetería, es un bar, el camarero no sabe qué es la mermelada, por los rasgos parece indio, le pido un cruasán a la plancha con mantequilla y mermelada y me preguntá mermequé? y abre los ojos mucho, mermequé? y yo, mermelada, merme-la-da, pero mira, da igual, dame el cruasán crudo. En otra mesa hay otro joven de nacionalidad desconocida que saca comics antiguos de una bolsa de plástico y los repasa, los ojea, hace un montoncito en la mesa y los va mirando y tocando como el que cuenta monedas de oro, él toma cerveza, pienso que debería haberme dejado de cafés y mermequés y haber pedido una cerveza como dios manda y una de bravas, joder, si es que no sé desayunar. Luego fui a la fnac para comprar una película, no la tenían, puede encargarla (me lo dicen en catalán) y yo, bueno, prefiero vivir sin ella, pero gracias, luego miro las ofertas de música, 4 cds por 20 €, estoy a punto de caer, pero entonces pienso que para qué, si he vivido un mes sin estos 4 cds tal vez pueda pasar uno o dos meses más sin ellos, hay que ahorrar, esta es la corriente de pensamiento actual, hace un par de años, me habría comprado los 4 cds de golpe, coño, qué buena oferta, coño, Ok Computer no lo tengo, ni Absolution, etc., pero ahora, todos pensamos así, podemos sobrevivir sin el objeto, sin el cd, sin la mesita de camping, sin el taburete para la barra de la cocina (llevo un mes queriendo ir a Ikea a por uno), sin la novela de Paul Auster, Diario de Invierno (hay que leer de la página 51 a la 64 y luego arrodillarse). Antes de salir miro los portátiles, miro los Macs, me acerco a los otros, Asus, Vaio, Hp, Mierda-X, etc., y veo claro que tengo que comprar otro Mac, deseo un Mac como terapia, el Mac iluminará mis noches, calentará mis muslos, navegará por internet como un cometa, lo quiero, voy a comprarlo dentro de poco, pero hoy no, hay que saber esperar, ser paciente, no podemos vivir la vida como animales de granja, hay que ir al cine, sacarse un billete de tren, quedar un viernes o un sábado y bailar. Hay que conocerse y agarrarse por el pelo. Ya me he cansado de escribir, voy a seguir leyendo Diario de Invierno, es un libro de los que me gustan, no es una puta novela, es una vida: "vives en un tormento de frustración y continua excitación sexual, batiendo el record norteamericano de masturbación durante todos los meses de 1961 y 1962". Leedlo. Vivir, para qué.
2 comentarios:
sí que está bien "diario de invierno"
me ha reconciliado con auster
que ya me cargaba con tanto jueguecito del azar
"mermequé"
genial
un título genial
se me olvidaba
ve guardando tus
improvisado, prosa
muy buenas
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