lunes, 29 de octubre de 2012

TBPOML 5

Lo más ridículo es pensar ¡oh la belleza! ¡oh la proporción! lo que hay que hacer es estudiar medicina, física, arquitectura y matemáticas, ésa es la clave de la vida, la clave del ser humano con dolores y disfunción eréctil, calcular el número de algo, las distancia de aquí a allí, la ingeniería aeroespacial para visitar a la familia, no podemos, no sabemos, la literatura es una memez que hacemos cuando nos aburrimos mucho, cuando todo va más o menos bien, cuando queremos dejar constancia de que estuvimos aquí y no somos capaces de fabricar coches, construir casas, operar una hemorroide o una hernia inguinal. Incapaces de tener hijos, nos aferramos a la escritura y a la Coca Cola Light.

viernes, 19 de octubre de 2012

TBPOML4

No sabías como sería eso de crecer, hacerse fuerte, ser algo de mayor, ser bombero, ser un hombre, beber vino y decirle a tus hijos que se callen, crecer de vez en cuando en el colegio, en el instituto, llegar a la universidad en autobús y tener siempre el miedo dentro del cuerpo, pensar, sentir que eres peor que los demás, ellos siempre saben los nombres, citan a Roman Jackobson, tú nunca te acuerdas de lo que lees, ellos entienden los textos, sacan cosas en claro, tú comes pipas mientras ves Oliver y Benji, sientes que tu forma de pensar y ver el mundo consiste menos en comprender y más en dudar, hacerte preguntas, mirar colores, padecer los cambios de temperatura, ellos deducen, obtienen conclusiones, leen libros, interpretan, aplican teorías, te dicen por teléfono que esto es así y así.

jueves, 18 de octubre de 2012

ESCRIBIR UN OJO IZQUIERDO LLAMADO DANILO T. BROWN, por Manuel del Barrio.

Escribir un libro de poemas suele ser fácil, simplemente hay que teclear de vez en cuando y al cabo de uno o dos años, te das cuenta de que llevas 6.000 palabras, 10.000 palabras, y entonces piensas que ya lo tienes, y lo imprimes, lo corriges, lo dedicas, y dices, listo. Pero no. 

Un ojo izquierdo llamado Danilo T. Brown nació sin querer, casi sin querer, porque a lo largo de los años, iba escribiendo en mi blog (un blog que ya no existe y que entonces se titulaba así, como este libro) poemas sobre el ojo izquierdo, poemas sobre una forma de mirar las cosas, sobre una forma de fijarse en lo que suele pasar inadvertido, lo pequeño, lo intrascendente, el detalle local, la anécdota que ni fu ni fa, lo infraordinario.  

Lo escribí en Madrid, en Alicante, en Málaga y en Barcelona. Mientras escribía lo que luego serían otros libros, también escribía cosas del ojo, visiones, miradas, picores, cancioncillas del Mario Bros, esos domingos sin futuro, esos pasillos blancos. Viviendo en Málaga ya vi que aquí había material para hacer eso que un amigo me recomendó un día, Manolo, déjate ya de joder y saca un libro coño, eso que me dijo Carlos Lapeña en una cafetería del Centro Comercial Xanadú, cuando yo no hacía más que escribir post en mi blog EDGAR Y PAULINE  sin llegar a ningún lado, escribe un libro coño, traza un camino joder, déjate ya de poemitas dispersos. 

Ése fue el toque, el punto de partida, me dije, vale, un libro, un tema, pero incapaz de poner un tema a mi vida, un menú del día, incapaz de trazar un camino, continué escribiendo lo que se me iba cruzando por la punta que no era otra cosa que ligues, depresiones, cafeteras, videojuegos, visitas al médico, más ligues, en fin, una vida de aquí, de Parla, un Fiat Uno rojo, un cine en Parque Sur, un Cola Cao con Arturo y esas cosas que nos van matando poco a poco mientras pensamos que estamos vivos y nos peinamos con la raya al lado. 

El ojo izquierdo es como esos Cronopios de Cortázar, es mi forma de cronopiar mi vida, porque yo no soy Cortázar ni mi vida es un Mondrian, es mi forma de fijar la atención sobre lo que me importa, por encima del dolor, por encima de los grandes temas, la absoluta gilipollez intrascendente que es el cordón que nos sujeta los zapatos, lo que vienen siendo todos esos minutos vacíos que conforman la vida, mi vida, tu vida, la vida de la mujer del telediario, la vida de Georges Clooney, la pequeñez ridícula que es tomarse una caña, mojar en aceite de oliva un poco de pan, actualizar tu estado de Facebook, lo que realmente podemos escribir porque lo vivimos realmente, la poesía de ahora, la poesía de nombrar lo que no se pudo nombrar hace 10 años porque no existía. 

Tengo la obligación de escribir poemas sobre lo que mi ojo izquierdo ve, para que todo el mundo se de cuenta que ellos también lo ven, pero no lo saben. La visión binocular es el ansia de hacer algo en la vida, la visión del ojo izquierdo es la aceptación de esa vida. Porque no todo tiene por qué ser un misterio. Porque no todo tiene por qué no ser un misterio. 

sábado, 6 de octubre de 2012

INSTAGRAM (TBPOML 3)


Hacerse fotos, 
ponerse aquí, así, un poco más a la derecha, ahí, 
para el recuerdo 
y hay que ver qué joven, guapa, hortera, pelos 
y mira qué gafas que llevaba, 
para decir espera, 
para decir haz otra, 
para decir ya he vuelto, 
para subirla a facebook, twitter, instagram, pinterest, flickr, blogger, foursquare, tumbrl, 
para no olvidar que esto es mi cuerpo, 
esto, el qué, mira qué luz, estar aquí, 
los 5 megas, ir a los sitios, cambiar el mundo de lugar, 
poner la mano así, los pies, que salga esto,
probar otras comidas, otros encuadres, 
posar tocando lo que sea que haya que tocar 
para dejar constancia de que nosotros también 
estamos vivos. 

jueves, 4 de octubre de 2012

TBPOML 2

Tengo tantos me imagino que ahora sí 
y champús y detergentes y abrazos a mí mismo, 
en paz descanse 
y revistas CASA VIVA y NUEVO ESTILO 
y chaquetas, zapatillas 
y cajitas, tapers, botes, vasos, mensajitos por el whatsapp
y tantos por si acaso y apañarme ok no problem 
y tantos qué, por qué, por qué, por cuánto 
y a ver si ya nos vemos un día de estos, 
cafeteras, tickets, folios y facturas, 
llámame, tengo tu móvil, 
libros, crisis, depresiones, trabajitos de ocho horas 
para el piso, el coche, el viaje, 
esa lámpara del techo 
y tantos treinta y tantos, dios mediante, 
los periódicos, el facebook 
y este tal y cual que siempre quise 
y camas, colchas, mantas y mesitas auxiliares 
con cajones con bolígrafos, llaveros, pins, chapitas 
y memorias USB que nunca encuentro.

martes, 2 de octubre de 2012

TBPOML



O sea, es decir, lo que uno necesita es 
poca cosa, casi 
nada, 
toallas, calcetines, poco 
más. Pero 
no podemos vivir en 
cualquier sitio. Los ordenadores 
portátiles son importantes. La conexión 
a internet para una vida,
para una vida con eso 
que nos hace llevar gafas de pasta, 
que nos hace 
levantar el brazo en la escuela, que 
nos hace decir 
lo sé, 
pues claro que lo sé, 
con un vaso de tubo en la mano, ocurrió 
el 4 de enero de tal, murieron tantos, se llamaba así, fue descubierto por. Para mí 
lo importante, lo más 
importante, 
es el color blanco. 
La salud, la pared lisa, el suelo de madera, la iluminación adecuada. 
El color blanco.